Cambiando tacones por tenis, viviendo con dolor de espalda

Desde hace un poco más de un mes, estoy sufriendo de un fuerte dolor de espalda. Uno de esos que te inmovilizan y no puedes hacer nada. Estuve de cama casi una semana y mientras estaba con ese dolor tan fuerte pensaba: “Señor, ¿que haría si no puedo moverme?

Ha sido bien deprimente ya que soy persona de movimiento y soy la roca de mi familia. Pero lo más que me ha dolido es el no poder hacer las cosas que hacia antes y disfrutar la vida al máximo. Pero tengo que ver la vida de otra manera y entender que todo proceso tiene una enseñanza y el mío es que solo soy una y tengo que hacer las cosas una a la vez.

Mi problema de la espalda comenzó hacen 2 años atrás cuando un día mi cuerpo no pudo más y terminé con un disco herniado. Como se pueden imaginar, este dolor es bien fuerte. Y desde entonces he batallado con esto. En ese momento, pude controlarlo y tuve que hacer modificaciones en mi vida.

Pero a veces pasa que estas cosas vuelven a suceder (porque uno no aprende la lección) y el dolor regresa. Y esta vez si que fue fuerte. Hasta ahora me han puesto cortisona por inyección y pastillas y estoy en tratamiento de terapia física que me ha ayudado muchísimo.

Ahora no puedo ponerme mis adorados tacones (por la cual soy famosa en mi trabajo) y tengo que usar tenis. Y creo que eso duele más (LOL) ya que no me siento cómoda. Para mi los tacones representan poder, confianza en mi misma, pero con los tenis siento que no soy nadie y que no tengo valor. Puede ser algo estúpido pero así lo siento. Más sin embargo, he aprendido que no puedo jugar con la salud y tengo que cuidarme. Tengo que hacerlo no tan solo por mi misma sino por mi familia.

Es maravilloso ver con Dios hizo el cuerpo perfecto. Nuestro cuerpo nos da señales de cuando tenemos que parar de hacer lo que hemos estado haciendo, y créeme que el mío me lo dicho con voz alta y a puro grito. Tenemos que aprender a escuchar esas voces internas, a estar más a fondo con nuestra intuición para saber que hacer en estos casos. Y es por eso que esta vez voy a hacer las cosas diferente y seguir el tratamiento al pie de la letra porque hay “Diosa” para buen rato y no me quiero perder lo que la vida me esta ofreciendo.