Huracán Maria: Un año después y viviendo en la diáspora

Un año despues me pongo a analizar todo lo que ha pasado desde el Huracán Maria. Todavía lo tengo bien fijo en la mente. Ese día en que este fenómeno atmosférico toco tierra en mi isla. Ese día en que pensé que perdí a mi esposo después de ver la devastación que causó el huracán. Que tomó 3 dias para hablar con el y saber que estaba bien. Y tomo otros 9 dias para verlo. El 20 de septiembre del 2017 estara marcado en mi corazón para siempre.

Pero 365 dias después, pensamos en todo eso y analizamos el futuro. Muchos boricuas dejaron la isla. Muchos dijeron “aquí no se puede vivir y tengo que sacrificarme por mi familia”. Ese es el caso de Ángel Candelaria de https://angelsguitar.com que hoy nos cuenta su travesía. 

¿Qué recuerdas del día en que el Huracán María llegó a la isla? 

Mi esposa y yo estábamos en Arecibo, en nuestro hogar. Realizamos los preparativos pertinentes y nos abastecimos de víveres y agua para los días por venir, como la mayoría de las familias puertorriqueñas. 

Estábamos muy conscientes que María representaba algo nunca antes visto por nuestra generación, a pesar que como puertorriqueños estamos acostumbrados al impacto de fenómenos atmosféricos. Por consiguiente esto nos causó algo de ansiedad. Tenía recuerdos de huracanes como Hugo o George cuando niño o joven, pero María era un evento a otro nivel. 

¿Cuáles fueron los retos mas grandes de sobrevivir las circunstancias? 

Luego del paso del huracán María, creo que el reto mayor fue la comunicación. Por supuesto, carecíamos de los servicios básicos como agua y luz eléctrica, pero el estar incomunicado totalmente era lo más difícil. 

No había manera de comunicarse con los familiares cercanos, y muchas carreteras estaban bloqueadas. No fue hasta transcurridos varios días que pude tener contacto con mis padres y saber que estaban bien. Mi esposa, cuya familia reside en Hato Rey, logró comunicarse con su madre aproximadamente 1 semana después del huracán, gracias a un vecino que le prestó un teléfono satelital. 

Otro asunto muy difícil fue el constante ruido y contaminación ambiental de los generadores eléctricos. Casi todas las casas en el área donde vivíamos tenían un generador. Esto nos provocó mucha alergia, sinusitis y dificultad para respirar. El ruido de los generadores en ocasiones era insoportable, especialmente a altas horas de la noche.  

¿Que los motivó como familia a mudarse a la diáspora? 

Para ser honesto, mi esposa y yo ya teníamos en mente mudarnos en algún momento para los Estados Unidos, principalmente para buscar mejores condiciones de vida y salud. Mi esposa padece de una condición llamada Encefalomielitis Miálgica, también conocida como Síndrome de Fatiga Crónica, y ya teníamos claro que en Estados Unidos podíamos conseguir mejor atención médica. 

No obstante, pensábamos que esto iba a ser más adelante. Mientras tanto, nuestros planes eran levantar nuestro negocio en línea poco a poco (yo como profesor de guitarra online, y mi esposa como escritora de fantasía y consultora de autopublicación de ebooks), para cuando llegara el momento tomar el paso y dedicarnos 100% al negocio. 

El huracán María fue, por decirlo así, nuestro “llamado a despertar”. Este evento nos hizo reflexionar en lo rápido que pueden cambiar las cosas de la noche a la mañana. Nos retó a preguntarnos hasta cuándo íbamos a esperar para hacer lo que realmente queríamos hacer y trabajar para hacerlo realidad. Reflexionando en esto tomamos la decisión de mudarnos a Florida, ya que teníamos familiares acá que nos podían ayudar, y dedicarnos 100% al negocio online. 

Me imagino que no ha sido fácil dejarlo todo atrás y comenzar de cero, ¿cual es tu motivación? 

La verdad ha no sido fácil, aunque ya esto lo esperábamos. 

Por un lado está el adaptarse a un estilo de vida diferente y desconocido, donde tu círculo de amistades y familiares es muy pequeño. Para mí ha significado comenzar de nuevo luego de 4 décadas acostumbrado a mi estilo de vida. 

Por otro lado está el escalar un negocio a tal nivel que nos genere lo suficiente para vivir. Digo escalar, porque el negocio ya existía, pero lo trabajábamos a tiempo parcial; como suelen llamarle en inglés, un “side hustle”. Pero ahora, además de los retos de vivir en un lugar distinto, nos toca también llevar nuestro negocio al nivel que siempre hemos querido desarrollarlo. 

También debo decir que amaba mi trabajo en Puerto Rico. La Escuela Libre de Música de Arecibo es un lugar especial; la comunidad escolar es muy amena, los estudiantes excelentes y la facultad era (y sigue siendo) muy unida. Para mí era un pedacito de cielo musical. 

Pero, parafraseando un popular dicho, a veces es necesario dejar ir algo bueno para poder abrazar algo mejor. Mi sueño desde hace años ha sido el tener mi propio negocio online, y tengo la bendición que mi esposa comparte la misma visión que yo. 

No ha sido fácil empezar de nuevo, y aún nos falta mucho por recorrer. Pero tengo que darle gracias al Padre Celestial y al huracán María que nos hizo salir de nuestra zona de confort y tomar acción de una vez. 

¿Volverías a la isla? 

Honestamente no. Y esto no porque no ame o extrañe a mi isla, sino porque lamentablemente Puerto Rico carece de ciertos servicios y facilidades que necesitamos, especialmente en el área de la salud. 

¿Qué le aconsejas a los boricuas que están acá? 

Que no nos olvidemos de nuestros hermanos boricuas que aún residen en la isla. El huracán María habrá pasado, pero la isla aún está recuperándose de los efectos de este fenómeno atmosférico. Si está en nuestra mano ayudar de alguna manera, creo que debemos mostrar sensibilidad con aquellos que aún no han podido recuperarse completamente del impacto de María. 

Después de todo, aunque no estemos presentes físicamente en la isla, sigue siendo parte de nosotros.  

Como ven esta historia se une a muchas de las que se cuentan y seguirán contándose en un futuro. No olvidemos que a pesar de la distancia, podemos seguir ayudando a nuestros hermanos en la isla.