Un tributo al amor de mi vida

Muchos conocen el amor pero pocos lo viven. El amor viene de muchas maneras. Existe el amor de amigos, amor de padres, amor de pareja. Y cada uno es especial en su categoría. Pero hoy quiero hablarles del amor de mi vida y mi historia que comenzó hace casi 20 años.

Hacen casi 20 años llegue a este país. Mis padres quisieron mudarse desde Puerto Rico para Florida para tener una mejor vida y darme un mejor futuro, terminar mi carrera y comenzar en un nuevo camino. Pero a veces las cosas del destino, te llevan a sitios que jamás pensábamos.

Comencé a trabajar como cajera en un banco cerca de donde estudiaba. Salía del trabajo, iba a la universidad y me regresaba a la casa. Hasta que un día, regresó a trabajar una muchacha que estuvo afuera por tiempo de embarazo. Nos hicimos amigas y poco a poco nos dimos cuenta que éramos “primas”. Me explico. Ella era sobrina de mi tío político y bajo la política del banco, familiares no podía trabajar en el mismo sitio. Y dadas las circunstancias, fui transferida al centro de operaciones.

Fue allí entonces donde conocí al amor de mi vida, mi esposo. Recuerdo el día que me preguntó por primera vez si quería almorzar con él. El estaba bien nervioso y yo me tome unos segundos pero acepté. Desde un principio lo tomamos suave, quería conocerlo mejor. Comenzamos a salir hasta que en una conversación, me di cuenta que era 11 años mayor que yo. Se podrán imaginar mi sorpresa pero eso no me importó.

Para mis padres fue un poco dura esta relación ya que soy su única hija (de 4 hermanos) y la menor. Mis padres estaban bien preocupados porque no entendían que lo que nosotros teníamos era amor y no algo pasajero. Después de un año decidimos formalizar la relación y poner fecha para unirnos en matrimonio. Y el 23 de noviembre de 1996, en frente a nuestras familias y a Dios, nos dijimos el uno al otro que nos íbamos a amar hasta que la muerte nos separe.

Este año celebraremos 17 años de matrimonio y todavía me parece que fue ayer cuando nos conocimos. Y hemos sido bien bendecidos porque a pesar de tantos problemas, Dios nos mando un hijo el cual es la luz de nuestros ojos. Nos sentimos muy orgullosos de nuestro amor porque hemos puesto mucho empeño y no hemos dejado que nada ni nadie se interponga.

El matrimonio no es un papel o una promesa. Es un compromiso de amor eterno que hace que la pareja deje de ser dos y se conviertan en uno. Uno no puede funcionar sin el otro, así como las partes del cuerpo no funcionan solas. Por eso le pido a Dios todos los días que nos siga bendiciendo con su amor para que sigamos creciendo en el por todo el resto de nuestras vidas.

Hoy hago tributo a nuestro amor. Y aprovecho la oportunidad de poner una foto en este portaretrato especial que fue hecho con mucho amor por manos haitianas que han sido bendecidas por Dios. Y que mejor manera de mostrar al mundo cuanto nos amamos con una foto de nuestra familia.

Aprovecha la oportunidad y dile a los tuyos cuanto los amas en el Día del amor. Y si buscas algo especial para regalarle, visita a la página en el Internet de Macy’s Heart of Haiti. Allí encontraras artesanía única hecha por manos haitianas. Con la compra de alguno de estos artefactos, ayudarás a nuestros hermanos en Haití a recuperarse del terremoto del 2010. También puedes seguirlos en su página de Facebook de Heart of Haiti o por Twitter en @HeartofHaiti.

 

Esta entrada ha sido auspiciada por Latina Bloggers Connect para la campaña de Macy’s de #HeartofHaiti como beneficio para artesanos haitianos. Todas las historias y opiniones son mías.